El hecho de contar con un office en la cocina, no significa
que tengamos que amueblarlo exclusivamente con piezas de cocina. Por ejemplo,
en lugar de optar por sillas de plástico, una gran idea es decantarse por
sillas de madera con el respaldo de rejilla, que da un toque acogedor, y nos
traslada a las casas de los abuelos, en las que primaban este tipo de sillas.
Aunque el asiento esté tapizado, podemos hacer más cómodas
estas sillas colocando un cojín rectangular de pequeñas dimensiones, para
apoyar mejor la espalda. Como son en color marfil y caoba, combinan a la perfección con
cualquier tono en el que esté pintada la pared, los azulejos, el resto del mobiliario...
¿A dónde os trasladan este tipo de sillas?
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