Si estáis pensando en incluir una
zona de trabajo en casa, pero no tenéis ninguna habitación libre para dedicarla exclusivamente a este fin, una buena idea es colocarla en el
dormitorio principal. Para ello, si no contamos con demasiado espacio sustituiremos la
mesilla de uno de los dos lados de la cama y en su lugar pondremos una
mesa de escritorio como la que os sugerimos, o similar, con varios cajones donde poder tener a mano la correspondencia, facturas de la casa...
Para complementar este pequeño rincón de trabajo, podemos colocar una
silla o un taburete, que además nos puede servir como
descalzadora, o para dejar la ropa preparada para el día siguiente. Sobre la mesa podemos poner una lámpara que además de servirnos para crear un ambiente más acogedor, y para iluminar la zona de trabajo si nos sentamos en ella por la noche.
¿Os parece una buena idea?