Por lo general, la pared del
cabecero de la cama suele decorarse con un cuadro o una composición de ellos, o bien con alguna fotografía enmarcada. Sin embargo, si os queréis salir de lo establecido, una buena idea también puede ser colocar una
composición de espejos. gracias a la que conseguiremos dar una mayor
profundidad visual a la estancia. Por ejemplo, podremos colgar tres del mismo tamaño si tenemos una pared con mucha altura, o si por el contrario el techo es más bajo la solución es optar por un trío de diferentes tamaños.
Los primeros tres espejos que aparecen a continuación darán un toque muy chic, al contar cada uno con una forma geométrica y una moldura diferente. Aunque no hay que desmerecer la elegancia que puede aportar el trío de espejos redondos, que podremos colocar en orden descendente.
¿Os gusta nuestra propuesta de hoy?
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