Por pequeño que sea nuestro salón, en él no suele faltar una
mesa de centro. Y es que es uno de esos muebles imprescindibles que además de su efecto decorativo resulta muy
práctico para diferentes usos. Si no tenemos mesa de comedor, muchas veces se suele usar la mesa de centro para comer y cenar; también para tomar café con amigos y familiares que vengan a casa, o para apoyar un vaso con un refresco mientras vemos nuestro programa o película favorita en el sofá.
La mesa que os proponemos hoy cuenta con una
doble balda, en la parte inferior, muy práctica para tener en orden nuestras revistas, libros, mandos de la televisión... Su corte afrancesado, que puede apreciarse en la curvatura de las patas, hace que se convierta en una pieza clásica que puede aportar un
toque vintage a nuestro salón.
¿Qué usos le dais a vuestra mesa de centro?
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