Muchas veces a la hora de
decorar y amueblar nuestra casa caemos en el error de sobrecargar las estancias con muebles y piezas decorativas que al final lo único que consiguen es crear un ambiente agobiante. Por ello, para lograr el efecto contrario, es decir, un
ambiente acogedor, es recomendable pensar muy bien qué piezas son indispensables y cuáles son prescindibles. En el
salón, por ejemplo, basta con colocar un
sofá cómodo, de una dimensión acorde al tamaño de la estancia, nunca mayor para no restar espacio visual.
Delante del sofá, es aconsejable poner una
mesa de centro donde poder tomar algo con amigos, hacer una cena informal... Además, sobre ella podremos colocar algún objeto decorativo, o algún libro de grandes dimensiones. Y para terminar, podremos colocar una
butaca o dos, dependiendo del espacio que tengamos, a los lados de la mesa, para ganar un
asiento extra cuando tenemos invitados.
¿Pensáis que tenéis más muebles de los que os harían falta?